Franquicias El Tocador de la Novia. Entrevistamos a su Franquiciada, Montserrat L. Monge
El sector de la moda no se había cruzado aún en el camino de Montserrat L. Monge, un sector que –confiesa– “le apasionaba pese a no tener experiencia en él”. Lo que sí conocía bien esta sevillana eran los secretos de las grandes celebraciones familiares pues además de ser fotógrafa, tiene una empresa especializada en reportaje social.
Bodas, bautizos y comuniones, gusto por la moda y visión empresarial. Todos los ingredientes apuntaban a un negocio: el de El Tocador de la Novia.
El detonante final para tomar la decisión llegó gracias a un conocido: “Me decidí porque conozco al franquiciador personalmente, su buen hacer, su seriedad... y su propuesta me pareció muy atractiva y novedosa”, comenta Montserrat para Franquicias Hoy, desde su propia franquicia de la enseña en Sevilla.
Un comienzo pausado
“Me llevó algunos meses encontrar el local apropiado”, apunta. Como buena empresaria, Montserrat conoce la importancia que la ubicación juega en el éxito comercial: “La localización y las características del local eran fundamentales para mí y para el negocio”.
Finalmente encontró su local en la sevillana calle Alcaicería de la Loza. Las futuras novias encuentran allí una amplia oferta donde pueden desde encargar su vestido a ocuparse de los pequeños detalles como complementos o lencería.
El Tocador de la Novia está dando sus primeros pasos en franquicia, por ello, el curso inicial de formación está siendo un camino que Montserrat y central realizan conjuntamente, algo que está resultando especialmente provechoso para esta emprendedora.
El día a día
Aunque esta franquiciada tiene otras obligaciones profesionales, dedica gran parte de su día a día a este negocio: “Casi todas las labores son interesantes pero disfruto mucho atendiendo y asesorando a mis clientas, por el contrario, lo que menos me gusta es la contabilidad”, añade.
Labores que comienzan reponiendo y ordenando los artículos expuestos para que la tienda muestre siempre su mejor cara, “a continuación repasamos las ventas del día anterior con el objetivo de evitar roturas de stock”, explica. Con la central mantiene un trato diario que dice, “cumple con todas las expectativas. Valoro sobre todo la inmediatez, la eficacia y la cordialidad en la relación”.
Hacia el futuro
Aunque su apuesta por la franquicia comenzó como una inversión –pues ya tenía un empleo–, Montserrat confiesa sobre su nuevo negocio que “me está gustando tanto que no descarto en el futuro dedicarme en exclusiva a él, y utilizarlo como forma de autoempleo tradicional”.
Sobre la situación económica, asegura que también ha afectado a la moda nupcial y que las novias ya miran dos veces los precios. Aún así, señala que en su tienda sí están cubriendo los objetivos mínimos previstos de facturación.
La visión empresarial de esta emprendedora sevillana ya le ha empujado a hacer planes de futuro. “A largo plazo me gustaría abrir alguna tienda más de El Tocador de la Novia”. En el medio plazo señala que quiere seguir aprendiendo y mejorando “nuestra gestión cada día, para poder ofrecer a nuestras clientas mejores productos y servicios”.