Franquicias Pompitas. Entrevistamos a su Creador y Gerente, José David García Morán

José David García Morán
Creador y Gerente
José David García Morán
José David García Morán
José David García Morán
Creador y Gerente
Pompitas
Pompitas
19.01.2016

¿Cuál es su concepto de negocio?
Pompitas es una red de ludotecas: centros de ocio y desarrollo infantil, para niños de 1 a 3 años. Se trata de una opción diferente a las escuelas infantiles, y más adaptada a las necesidades reales de los padres de hoy en día. Un centro Pompitas es más flexible en cuanto al horario, y una auténtica alternativa para que el hijo de una pareja cuyos dos miembros trabajan fuera de casa, pero pueden compatibilizar en parte sus horarios o contar con la ayuda de unos abuelos o similar, y sólo precisan el que su pequeño permanezca a resguardo, con otros niños, bien cuidado y entretenido durante unas determinadas horas.

Y además, como fuente de ingresos extra para el franquiciado, se organizan cumpleaños por las tardes y fines de semana, además de talleres concertados, eventos puntuales, y algo muy demandado por los padres: campamentos urbanos los días sin clase, con la mejor animación.

 

¿Cómo analizaría la situación de su sector?

Según datos estadísticos de la OCDE, el porcentaje de niños y niñas de 3 años o menos escolarizados, si bien es en uno de los más elevados de los 28 países miembros de la Unión Europea, arroja que dos de cada tres pequeños necesita un lugar en el que permanecer mientras sus progenitores están fuera de casa por motivos laborales.

Es decir, que la oportunidad de negocio parece clara, si el emprendedor/inversor interesado en este sector valora el que una oferta diferenciada, como la de Pompitas, puede ayudarle a llegar a ese 69,3% de niños y niñas de 3 años o menos que no están escolarizados, y que constituyen, a priori, su mercado.

 

¿Qué les diferencia de la competencia?

«Porque se trata de una franquicia muy especializada en el ocio infantil, con una filosofía de empresa estricta, con cuatro normas muy marcadas:

a) Lo más importante son los niños, tanto en la ludoteca de uno a tres años, como a la hora de celebrar los cumpleaños o en los campamentos. Los menús para niños con alergias demuestran nuestra preocupación.

b) Hay que atenderles hasta que alcancen su máxima satisfacción. Es preciso trabajar por y para los pequeños, que son nuestros clientes: por mucho que sus padres nos vean como un sitio estupendo, si el niño no se lo pasa bien….

c) Es preciso vigilar el orden y la limpieza. Los centros han de permanecer igual de colocados y en perfecto orden a primera hora que cuando el último niño sale por la puerta acompañado de su madre o padre.

d) Mejora continua: todos nuestros procesos de trabajo se pueden perfeccionar. Por eso empleamos el conocido ‘Sistema de las 5 ‘S’, con hojas de trabajo estandarizadas que por su sencillez y efectividad produce una mejora continua: permite trabajar en equipo, hace que la gente se comprometa con su labor diaria, aprecien que se valoran sus aportaciones y conocimiento.

 

¿Qué perfil de franquiciado busca?

Cuando empezamos con este negocio sabíamos claramente que pasaría a ser una franquicia de autoempleo. Yo mismo lo inicié en estas circunstancias; venía de un sector parecido, y cree mi propio negocio con mucho esfuerzo y dedicación. Deben ser personas de espíritu joven, emprendedor, abierto, respetuosos, colaboradores, atentos a una formación continua, y sobretodo deben tener mucha ilusión por trabajar con niños y conocer la gran responsabilidad que ello conlleva.

En definitiva, deben ser candidatos vocacionales. No todo el mundo puede dedicarse al ocio y desarrollo infantil, aunque a veces se disponga incluso de titulación. No es imprescindible la experiencia, ya que la central forma a todo su personal en todas las áreas del negocio. Disponemos de un equipo amplio de profesionales que atiende y cuida a todos los franquiciados.

 

¿Cuáles son los requisitos para abrir una franquicia?

Los locales no tienen que ser excesivamente grandes: entre 140 o 160 metros cuadrados es suficiente, con un alquiler que no supere los 1.500 euros. Ha de tratarse de locales lo más diáfanos posible, y se agradece enormemente la luz natural. No es preciso ubicar los centros en calles principales, sino que lo importante es darse a conocer. Los padres buscan cercanía, pero están dispuesto a hacerse un par de “manzanas” extra de recorrido si el centro lo merece.

Somos la franquicia infantil más barata y asequible: el paquete “llave en mano”, una vez llevadas a cabo dichas reformas (suelos, pinturas, aire acondicionado, etcétera), es de 30.000 euros (impuestos no incluidos), que incluye 20.000 euros en mobiliario e instalaciones (cocina completa, mobiliario de baños, rincón de ludoteca, zona de disfraces etc..), y 10.000 euros de canon de entrada: manuales operativos del franquiciado,sistemas de gestión e informáticos, apoyo técnico, cesión de marca registrada…

 

¿En qué consisten los cursos de formación?

La formación se divide en dos tramos: existe un primer calendario de formación que dura un mínimo de 15 días y que consiste en instruir al futuro franquiciado y a su equipo en todo lo referente a la ludoteca, el control del sistema informático… es eminentemente una formación práctica. El centro Pompitas empleado para impartir la formación está en Seseña (Toledo).

Y posteriormente, cuando se va a producir la apertura de su propio centro, le acompañamos para que todo marche sobre ruedas durante la fiesta de inauguración y los primeros días de actividad, para dejarle aclarados todos los pormenores del día a día. Además, el franquiciado siempre puede contar con un apoyo constante de la central y con cursos de reciclaje en determinadas materias.

 

¿Cuáles son las expectativas para este el próximo año?

Actualmente, contamos con dos centros abiertos al público, en las localidades de Valdemoro (Madrid) y Seseña (Toledo). Nuestras previsiones de crecimiento a partir de 2016 son bastante realistas, pues contemplamos la inauguración de entre 4 y 5 ludotecas al año. Ya tenemos algunas negociaciones muy bien encaminadas, por lo que no hablamos de castillos en el aire, sino de realidades.