Franquicias Al-Andalus Tapas. Entrevistamos a su Franquiciado, Manuel Ignacio Gómez

-¿Qué le llevó a escoger este sector para iniciar su actividad como franquiciado?
El trato con el cliente, la relación cercana con ellos, ya que la franja de edad va desde los 14 a los 80 años, siendo una clientela variada y en la que te sientes a gusto desarrollando esta actividad.

-¿Qué diferencias encontró en Al-Andalus Tapas que le hicieron optar por esta franquicia?
La cercanía de los administradores de la franquicia, te hacen sentirte como si fueras de la familia, en la que te apoyan y te ayudan a desarrollar tu actividad, y que a la vez desarrollas la propia marca.

-¿Cómo ha sido la atención recibida por la Central antes y después de la firma del contrato de franquicia?
La atención ha sido verdaderamente cercana, apoyo continuado desde la primera toma de contacto, aún después de dos años, basta levantar el teléfono para que alguien de la franquicia se preste a ayudarte en cualquier índole, tanto operacional como administrativamente.

-¿Qué ventajas o desventajas se encuentra un franquiciado de Al-Andalus Tapas respecto a una tienda individual?
La ventaja principal que veo yo es el apoyo y asesoramiento hacia el franquiciado en todo momento y la competitividad de mercado, cuantos más mejor, tanto a abaratamiento de materia prima en la que no hay parangón respecto a una tienda individual como al desarrollo de la propia actividad en cuanto a mano de obra, operacionalmente hablando.

-Si tuviera que partir de cero; ¿apertura individual o a través de franquicia?
Sin duda, optaría por la franquicia cien por cien. No dejan nada al azar, se involucra en cada proyecto hasta el último de sus empleados, aunando esfuerzos todos a una, por la enseña de la franquicia.