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La menor capacidad económica propicia que aumente la innovación. Muchos sectores dentro del mundo de la franquicia refuerzan su liderazgo a base de innovar.

Aumentan las ventas en todos los sectores durante este periodo. La demanda de los clientes crece en las franquicias.

La franquicia se aprovecha de esta situación al ser una modalidad muy demandada entre este colectivo. La situación económica favorece el emprendimiento.

Crece el número de empleos en este sector. La franquicia se convierte en uno de los motores de la economía española.